martes, 17 de abril de 2012

TEXTO EXPOSITIVO

Un texto expositivo es el que presenta de forma objetiva hechos, ideas y conceptos. Su finalidad es informar sobre un tema determinado, de manera que el autor en ningún caso plasme sus opiniones, pensamientos o sentimientos.
Se pueden distinguir dos tipos de textos expositivos: Por un lado, los divulgativos que informan de temas de interés general para un público no especializado, sin conocimientos previos. Pertenecen a este tipo de textos: las conferencias, los libros de textos, los artículos periodísticos, exámenes, reseñas, etc. Por otro lado, los especializados que no sólo informan sino que pretenden hacer comprender aspectos científicos, por lo que exigen un receptor más especializado, con un mayor grado de conocimiento del tema. Presentan, por tanto, una mayor complejidad sintáctica y léxica. Pertenecen a este los textos científicos, jurídicos, humanísticos, etc.

EJEMPLO DE TEXTO EXPOSITIVO:

EL AGUA
El agua es uno de los elementos más importantes de la Tierra: de hecho, cubre las tres cuartas partes de nuestro planeta y, sin agua, ningún ser vivo podría vivir.
La cantidad total de agua en la Tierra es, más o menos, siempre la misma, pero no está siempre en el mismo sitio.
La mayor parte del agua está en los mares y océanos, en los ríos y los lagos, pero también hay agua por debajo del suelo: de allí la sacamos los hombres, cavando agujeros que llamamos pozos.
Con el calor del sol, el agua se evapora y asciende por la atmósfera: al llegar a cierta altura, con el frío, el vapor se vuelve a condensar en gotitas de agua, formando así las nubes.
Esas nubes se desplazan, empujadas por el viento. Si llegan a algún lugar más frío (por ejemplo, si una montaña les obliga a subir aún más alto) o si las gotitas, al juntarse, aumentan demasiado su volumen, se produce la lluvia: las gotas caen al suelo.
Si la capa de aire donde llega la nube es muy fría, las gotitas de agua se cristalizan en copos de nieve.
A veces, entre la nube y el suelo se cuela una capa de aire helado: las gotas de agua que caen de la nube, al cruzar ese aire tan frío, se congelan y caen en forma de granizo.
Al caer al suelo, el agua de la lluvia o de la nieve, cuando ésta se derrite, va resbalando o se filtra dentro del suelo, siempre hacia abajo.
De esta forma, a través de los ríos el agua vuelve al mar y el ciclo vuelve a empezar.
Las mayores precipitaciones se producen en torno al Ecuador y en las zonas templadas cercanas a los océanos, pero hay zonas donde apenas llueve: son zonas áridas.
No siempre llueve de la misma forma: hay lloviznas, chubascos, aguaceros, trombas de agua y tampoco llueve igual todos los años: a veces pasan varios meses sin llover, es la sequía. Otras veces llueve tanto que los ríos se desbordan y provocan inundaciones.

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